Historia y Patrimonio

Historia

La ruta 24 del Itinerario de Antonino durante la dominación romana. El camino Balat Humayd de los musulmanes. El “camino de carros” construido por los Reyes Católicos. Camino Real, carretera pavimentada (N-VI) de Fernando VI  en 1750, recordado en el monumento que culmina el Puerto del León. Incluso los túneles de la autopista que atraviesan hoy la Sierra de Guadarrama por nuestra localidad, hablan de la importancia de Guadarrama como paso entre ambas mesetas. De cómo el ir y venir de viajeros ha enriquecido nuestro patrimonio y cultura.

Una localización privilegiada históricamente. Un entorno natural rico y variado, conforman el atractivo necesario para hacer de Guadarrama una villa digna de visitar.

El topónimo de Guadarrama (wadi-l-ramal, río de arena) procede de la lengua árabe. Ahora bien, su origen como población hay que buscarlo en el proceso reconquistador del siglo XI y repoblador del siglo XII. La conquista de Toledo realizada por Alfonso VI en 1085 desplaza la línea de frontera hasta el río Tajo. Comienza así la repoblación y feudalización del territorio delimitado por el Duero y el Guadalquivir. Los reyes, ante la necesidad de repoblar las tierras conquistadas, fueron concediendo cartas pueblas para ir poblando la Extremadura del Duero y la Transierra. Guadarrama siempre ha sido un lugar de paso y esta condición pudo ser el origen de su fundación por segovianos como un asentamiento estable hacia 1268 bajo el reinado de Alfonso X el Sabio.

Los conflictos entre los concejos segoviano y madrileño por el dominio de estas tierras terminan cuando Alfonso X incorpora este territorio cuestionado a la corona de Castilla, pasando a denominarse “Real de Manzanares”. En el siglo XIV Juan I se lo dona a la familia Mendoza, convirtiéndose en señorío definitivo cuando Juan II en 1436 otorga el pleno dominio sobre estas tierras a los Mendoza.

Así, Guadarrama era uno de los lugares pertenecientes al Real de Manzanares sujeto en jurisdicción a la villa de Manzanares. La concesión del privilegio de villazgo a Guadarrama en 1504 marcará un hito importante en la historia del municipio.  A partir de este momento Guadarrama gozará de una organización municipal propia y una autonomía en materia de justicia y jurisdicción respecto a Manzanares. Sin embargo, esto no quiere decir que saliese de la jurisdicción del Duque del Infantado. Seguirá formando parte de los dominios ducales como así lo constatan las respuestas que los vecinos dan al Catastro de Ensenada en 1751.

La situación de Guadarrama como encrucijada de caminos ha marcado su historia.

El antiguo camino abierto en época musulmana, Balat Humayd que atravesaba la sierra de Guadarrama, siguió utilizándose en época medieval. El aumento del tráfico hizo que desde mediados del siglo XIV se ampliara y mejorara la red de caminos para permitir el tráfico carretero (hasta entonces el tráfico se hacía a lomo de animales). Los Reyes Católicos comenzaron la tarea de construcción y reparación de estos caminos. El camino más transitado que unía las dos mesetas fue el denominado “camino de los carros” que pasaba por el puerto de Guadarrama. La circulación de mercancías estuvo gravada desde este momento con el pago de unos derechos como fue el portazgo. El derecho del portazgo de Guadarrama  fue concedido a Pedro González de Mendoza en 1383 y fue percibido por la Casa de Mendoza hasta finales del Antiguo Régimen. Esta vinculación al camino benefició a los vecinos. Así, la actividad económica estuvo vinculada al porteo con sus carretas de maderas, carbón y trigo.

Durante el siglo XVII la sierra se sigue cruzando indistintamente por La Fuenfría o por Tablada. Será en el siglo XVIII cuando tendrá lugar la modernización de los caminos españoles promovida por Fernando VI y Carlos III. Guadarrama se beneficiará de ello y en 1749 el viejo camino de los carros se convertirá en un nuevo camino pavimentado que marcó el trazado que hoy en día sigue la Nacional VI. En 1750 para conmemorar la culminación de la subida del puerto se erige el monumento conocido como “el alto del león”. Este símbolo es el utilizado por el Ayuntamiento en su sello municipal.

Nuevamente la situación privilegiada de Guadarrama va a estar relacionada con la construcción en este mismo siglo de la Panera Real (actual iglesia de San Miguel Arcángel) y el Molino del Rey para el abastecimiento de Madrid. Su ejecución fue costeada por el Real Pósito de la Villa y Corte de Madrid.

La construcción del nuevo camino va a influir en la configuración urbana del pueblo.  Hasta este momento el grueso del pueblo se configuraba en el margen derecho de la carretera o calle Real, a partir de ahora comienza a desarrollarse un foco importante de la vida urbana en el margen izquierdo de la carretera articulándose entre la Plaza de las cinco calles y la Plaza de la fuente.

Desde principios del siglo XX la sierra de Guadarrama comienza a recibir los primeros excursionistas y se levantan establecimientos sanitarios. Igualmente empiezan a tomar importancia los manantiales de La Porqueriza y La Alameda en torno a los cuales comienzan a construirse las primeras colonias-balnearios que atraen a la burguesía madrileña y los primeros hotelitos o chalets, como se les conocía en la zona.

Guadarrama sufre durante la Guerra Civil de 1936 a 1939 una destrucción casi completa y una pérdida acusada de población. Así, será uno de los pueblos elegidos para su reconstrucción por la Dirección General de Regiones Devastadas. Toda esta reconstrucción conduce una vez más a la dinamización de la vida urbana y comercial en torno al eje de la carretera N-VI.

La estructura urbana cambiará a partir de finales de los años sesenta con la proliferación de los bloques de apartamentos surgidos por la atracción turística de la sierra.

Hoy la declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama ha abierto nuevas perspectivas para el presente y el futuro más inmediato de Guadarrama.

Patrimonio Histórico

El paso de la historia y de las gentes que han habitado este lugar han dejado un rico patrimonio. Entre otros monumentos y edificaciones destacan:

Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel:
Antes de ser iglesia, este lugar era el antiguo Pósito o Panera Real. Al acabar la guerra con los franceses un particular adquirió los restos y los donó para la edificación de un nuevo templo para el pueblo, pero tan sólo se reconstruyó una parte para vivienda del párroco. Tuvo varias remodelaciones durante el siglo XIX y durante la Guerra Civil perdió la techumbre, reconstruida por la Dirección General de Regiones Devastadas. 

Fuente de Los Caños:
Con el propósito de embellecer el Camino Real de Castilla ay suministrar agua al pueblo y a los viajeros que cruzaban la sierra, en 1785, el monarca Carlos III mandó construir la fuente de los Caños. Esta elegante fuente neoclásica se convirtió en un polo de atracción y de expansión de las edificaciones del pueblo, al margen del núcleo central existente alrededor de La Torre.

Ayuntamiento y Plaza Mayor:
El Ayuntamiento se estructura en torno a una plaza concebida como los cinco lados de un octógono regular. Está emplazado muy cerca del lugar que ocupaba la antigua Casa Consistorial destruida durante la Guerra Civil. Forma parte del conjunto de edificaciones realizadas por la Dirección General de Regiones Devastadas  en los años cuarenta durante la reconstrucción de Guadarrama. 

Puente del Rosario:
Construido en el siglo XVIII, en el reinado de Carlos III. Situado a la salida de la población en uno de los ejes transversales de comunicación, el Camino Viejo de El Escorial. Debe su nombre a una de las dos ermitas que se encontraban en las proximidades. Forma parte, junto con el Puente del Herreño y el Puente de Retamar, del interesante conjunto de construcciones asociadas a los antiguos caminos, creadas para salvar el curso medio del río Guadarrama. El uso actual de los tres puentes pone de manifiesto la calidad de estas obras de la ingeniería borbónica.

Centro cultural La Torre:
Situada en el cerro en el que originariamente se asentó la población, fue iglesia de San Miguel Arcángel hasta finales del siglo XIX  cuando se trasladó su culto al edificio de las antiguas Paneras Reales. La iglesia, de estilo románico en origen, ha ido sufriendo multitud de reformas a lo largo de su historia. La existencia en su fábrica de restos que se creen romanos y árabes hace pensar en la posibilidad de asentamientos de estos pueblos en el entorno. De la época medieval conserva el ábside mudéjar con verdugadas de mampostería y ladrillo, el muro y la torre. 

Debido a su estratégica situación, desde la que se divisa buena parte de los alrededores, fue utilizada por las tropas napoleónicas como cuartel durante la invasión francesa. Después de la guerra, sufrió daños por efecto de la rapiña y el fuego.Tras la destrucción causada por la Guerra Civil, el atrio fue utilizado como vivienda por varias familias del municipio. En la actualidad es un centro cultural. 

El Centro Cultural La Torre puede visitarse si se concierta una visita con los servicios de turismo del Ayuntamiento. Los días despejados se disfruta de unas vistas privilegiadas del entorno de la sierra. La visita guiada se completa con paneles interpretativos sobre los principales hitos históricos del municipio. 

Barrio de Regiones Devastadas:
Guadarrama, dada su estratégica situación geográfica, sufrió la destrucción de la gran mayoría de edificaciones del municipio en los momentos finales de la Guerra Civil. Durante la década de 1940, la Dirección General de Regiones Devastadas emprendió la remodelación del núcleo urbano, como el ayuntamiento o la construcción de este barrio. 

Se observan diferentes tipologías de viviendas. Todas con cubierta de teja árabe que descansan en muros de mampostería y sillería de granito. En ocasiones las casas se construyeron con dependencias agropecuarias. El trazado del barrio ocupa cinco manzanas articuladas por cuatro vías longitudinales y una serie de calles transversales de breve recorrido.Los límites del barrio son la calle de la Sierra al Norte y la calle de la Calzada, en la que se alzan los edificios singulares de lo que fue el Grupo Escolar y actualmente Hogar del Pensionista..

Toda la fachada de la calle La Sierra es un ejemplo de las antiguas viviendas de jornaleros. En la calle Alto de los Leones de Castilla se alternan las viviendas de jornaleros con las de ganaderos. En las manzanas situadas al sur de la calle las viviendas estaban destinadas a ganaderos. El conjunto se completa con las edificaciones singulares en las esquinas de las manzanas. 

Paseo de la Alameda:
La Colonia de la Alameda surgió en la década de 1920 como un conjunto de casas de veraneo alrededor del hotel Balneario La Alameda, abierto en 1902 en el lugar que hoy ocupa la Residencia de Mayores Virgen de la Cabeza. La fama de sus aguas para consumo y baño, el buen trato del hotel y la calidad de su restaurante lo convirtieron en punto de encuentro de la burguesía madrileña. 

Tras la Guerra Civil, tanto la colonia como el balneario, tuvieron que ser reconstruidos. El balneario se convirtió en preventorio infantil en 1946. En la colonia se edificaron tres modelos de viviendas: las casas de estilo neomudéjar, las de estilo serrano imitando construcciones tradicionales y las viviendas terminadas en piedra vista o revocada. 

Los Picutos son dos cilindros de piedra coronados por sendos conos. Están situados en ambas vertientes del puerto (Guadarrama y El Espinar) y a ambos lados de la carretera. Estos mojones forman parte del Camino Real de Castilla. Su finalidad en origen era señalizar el camino y, en su caso, cortarlo por nevadas o para controlar el paso de carros cargados de leña u otras mercancías, especialmente por la noche.

La casa El Aralar es una de las más singulares del Paseo de la Alameda. Era una vivienda particular y en la actualidad, tras una profunda rehabilitación, se ha convertido en la Casa de la Juventud de Guadarrama. Fue construida en 1935 y destruida durante la Guerra Civil. Tras su reconstrucción se vio abandonada en la década de los ochenta hasta su recuperación actual. Su arquitectura sigue el estilo alpino compuesta por una planta rectangular con cubierta muy pronunciada a dos aguas.

La casa del Peón Caminero es una casona del siglo XIX que cuenta con una parcela grande, situada en el arranque de la carretera del Puerto de Guadarrama. Lo más llamativo de la casa es el gran escudo que corona la puerta principal. 

Parque Municipal:
Antiguamente, en este espacio donde hoy está el parque había una gran hondonada de 3 o 4 metros de profundidad llamada La Nava. Tras la Guerra Civil la hondonada fue cubierta con los escombros de las edificaciones derruidas. El actual parque fue realizado por Regiones Devastadas en 1949, y remodelado por el Servicio Forestal de la Diputación Provincial de Madrid en el año 1972. En un lateral del parque se encuentran las antiguas escuelas, hoy reconvertidas en el Hogar del Pensionista.

Potro de herrar:
El Potro de herrar data de principios del siglo XX y su emplazamiento original se encontraba en una herrería situada en una finca próxima a su ubicación actual. Constituye un elemento característico de la arquitectura agropecuaria. Durante gran parte del siglo XX los bueyes se usaban para ayudar en el transporte o para tirar de arados. Para ello era necesario ponerles herraduras y esta labor se realizaba en los potros de herrar. 

Normalmente los potros de herrar están formados por una estructura de cuatro postes verticales que podían ser de piedra o madera. Entre estos postes se colocaba al animal. Los pilares estaban unidos entre sí por vigas de madera y de ellas colgaban unas cinchas de cuero con las que se levantaba, sujetaba e inmovilizaba el animal. En el frente se colocaba un yugo de madera donde se uncía la res. En la parte superior de los dos postes traseros se colocaba un travesaño para atar el rabo. Contaban además con unos pequeños pilares o caballetes con hendiduras donde se aseguraban las patas de los animales para poder ponerles las herraduras.